El tener dinero ahorrado o recibido por alguna herencia, significa una tranquilidad para nuestro futuro o para poder resolver una emergencia. Debemos convertirnos en un inversionista de tal manera que podamos obtener un rendimiento o una ganancia a través de dicha especulación.
Pero, ¿Qué podemos entender por inversionista?
Es aquel individuo o empresa que destina dinero para colocarlo en el mercado financiero. Puede ser: compra y venta de acciones, bonos, divisas, materias primas, entre otros. En general, se intenta ganar la mayor rentabilidad asumiendo el menor riesgo posible.
Cabe señalar que el inversionista puede tener distintos objetivos como reunir fondos para la educación de los hijos, juntar una reserva para el momento de la jubilación o simplemente acumular capital.
Factores que deben tener en cuenta los inversionistas:
- Patrimonio: Cuanto más capital tenga el inversor, probablemente tenga oportunidad de asumir más riesgos.
- Conocimientos financieros: Entre más conocimientos tengas en finanzas, posiblemente puedas anticipar o comprender con mayor probabilidad los movimientos del mercado.
- Horizonte de inversión: La persona o empresa puede esperar retornos para un corto, mediano o largo plazo. Todo depende de los objetivos que tenga. Por ejemplo, si lo que quieres es resguardar fondos para los estudios universitarios de tu hijo que acaba de nacer, es una inversión a largo plazo.
- Riesgo: Algunos inversionistas están más dispuestos que otros a tolerar los movimientos en el mercado. Aquellos que soportan menos, tienen mayor aversión al riesgo.
Una de las principales cualidades de un buen inversionista es la paciencia. Habrá momentos en que los instrumentos financieros en los que hayas depositado tu dinero vayan a la baja. Todo es cuestión de no desesperarse y dejar que se recuperen.
Tipos de inversionistas
Los inversionistas generalmente se clasifican por el tipo de riesgo que estén dispuestos a correr. El riesgo, es la volatilidad o cambio de valor de nuestra inversión. Entre mayor sea el riesgo, mayor es la probabilidad de un fuerte cambio en ella, pudiendo ser a la alta o a la baja.
Conservador: Es aquel que tiene mayor aversión al riesgo. Prefiere un retorno seguro, aunque sea pequeño. Invierte principalmente en instrumentos de renta fija, como pagarés bancarios.
Moderado: Aquel que busca un equilibrio entre el riesgo y el retorno. Puede invertir tanto en renta fija como en renta variable (acciones).
Agresivo: El que invierte principalmente en acciones, es decir, en empresas. Buscará aquellas que ofrezcan un alto rendimiento aunque esto implique un mayor riesgo. De ese modo, si toma malas decisiones, podría obtener grandes pérdidas.
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